En el siguiente mapa corocromático podemos observar la distribución de las precipitaciones caídas en España durante el último año hidrológico: 1-X-2013 a 30-IX de 2014. En la leyenda se puede apreciar el gradiente de color en función de la cantidad total de agua caída. Los colores azules y rojos oscuros, los más intensos, nos informan de que en esas zonas se han registrado precipitaciones muy elevadas, entre 1200 y 2500 lm2, por otra parte, los tonos verdes serían las zonas donde ha llovido entre 300 y 600 lm2, mientras que los colores más cálidos, amarillos o marrones, nos muestran todo lo contrario, las zonas más secas, entre 50 y 200 lm2.
Fuente: Aemet
El régimen de precipitaciones de la Península Ibérica y archipiélagos está muy directamente influido por la dinámica atmosférica que existe en estas latitudes. Muy diferente la de las Islas Canarias, evidentemente por motivos obvios, están en latitudes cercanas al Trópico de Cáncer.
Así pues, si echamos un vistazo rápido podremos ver como el tercio septentrional de la PI registra las mayores precipitaciones. Esto es debido a que por esta región pasan los diferentes frentes asociados a las bajas subpolares que tienen recorridos zonales y que penetran por la fachada occidental del continente europeo y en su recorrido "barren" o rozan el área comentada. De toda la región destacan dos zonas: las rías bajas gallegas e interior de Pontevedra y por otra parte la mitad norte de Navarra y de la provincia de Guipúzcoa. Ambas regiones están a barlovento de las masas de aire húmedas que vienen del Atlántico y que descargan importantes cantidades de precipitación durante todo el año. No obstante estamos hablando de los dos puntos de la PI que más llueve tradicionalmente. Al margen de debates, sí parece ser que en el último año las dos regiones donde más ha llovido ha coincidido con las dos regiones más lluviosas de España: Las sierras medio-interior de Pontevedra-A Coruña y el norte de Navarra, con los pueblos de Artikutza y Arruazu. Después tendríamos dos zonas muy alejadas del norte peninsular: por una parte el sur de la Sierra de Gredos, ¡sí el sur!, más cálida, pero muchísimo más húmeda que la cara norte y que suele dar precipitaciones anuales superiores a los 2000 lm2 porque la barrera orográfica recibe los vientos del suroeste cargados de humedad y provoca precipitaciones orográficas; y por otra parte, la Sierra de Grazalema, entre las provincias de Cádiz y Málaga, abierta a los vientos húmedos del Atlántico y que hace de barrera orográfica lo cual produce que esos vientos asciendan fácilmente se condensen, se formen nubes y precipiten, menguando de forma más que importante la sequía estival de la zona. Los registros anuales también superan los 2000 lm2.
Por contra, las zonas más secas de la PI coinciden con los datos del mapa, el sureste español. Desde el sur de Alicante hasta Almería, pasando por Murcia. Este año no han superado los 300 lm2, en realidad no han llegado a los 200, lo cual nos daría para identificar la zona como verdadera región desértica. ¿La explicación?, bastante sencilla. Este año no ha habido casi situaciones de levante, del Mediterráneo, de tal manera que ha llovido muy poco. La posición geográfica, a espaldas de las masas atlánticas, es decir a sotavento, con una barrera montañosa que impide la penetración de los frentes atlánticos ha hecho que la sequía se haya asentado con bastante virulencia.
El otoño está siendo especialmente seco en nuestra comunidad, muy seco y, de momento para los próximos días no se esperan cambios a la vista. Podría ser que para principios de la semana que viene hubieran cambios significativos, sin embargo todavía resulta difícil hacer predicciones a tan largo margen de tiempo. El grado de fiabilidad disminuye a medida que nos alejamos en el tiempo de predicción. Ya veremos que pasa con este otoño casi veraniego.