El mapa de la imagen nos muestra la extensión de la banquisa antártica a finales del pasado invierno en el Hemisferio sur. La fuente procede de la misma NASA, así que su fiabilidad no es de dudar.
La banquisa es la masa de hielo que se forma sobre la superficie marina alrededor de la superficie continental. Pues bien, los datos no pueden ser más claros: la extensión de hielo marino en septiembre de 2013 fue de más de 19 m/km2 y supera en unos 2 m. a la superficie mínima de 1986. De hecho lo que ha ocurrido en los últimos años es que cada vez esta masa de hielo aumenta de manera progresiva. Sin embargo lo que sí parece ser es que no tiene mucha repercusión en el mundo informativo. Esto no es noticia y el cambio climático sí que lo es. Cualquier hecho de desastre natural (los desastres naturales no existen, por cierto) es siempre motivo para culpabilizar al cambio climático.
Lo que si nos induce este hecho es a hacernos varias preguntas. ¿Por qué en el Antártico aumenta la superficie de hielo marino y en el Ártico disminuye año tras año? ¿Qué pasará con la temperatura del norte del Océano Atlántico si la masa de hielo ártico se deshiela? ¿Se desviará la subcorriente cálida del Golfo (Noruega) y se enfriará toda la masa de agua en contacto con Europa Occidental y el clima de nuestro continente cambiará? ¿Cuál es el papel que juega el Sol en todo este rompecabezas?
En fin, algunos interrogantes, de momento, no tienen respuesta, pero de lo que no cabe duda es de que a lo largo de la historia de la Tierra y sobre todo en los dos últimos millones de años, el clima ha cambiado (lo que llamamos cambios climáticos) y seguirá cambiando, con o sin la intervención del hombre.